31 de enero de 2009

EL LORO PEPITO


El loro Pepito vivia en un prostibulo. Estaba cansado de ver siempre la misma gente, entonces gritaba:
-Las mismas putas, prrr!, los mismos clientes...
Todos los dias pasaba lo mismo hasta que el puticlub cayó por orden judicial y el lorito quedó entre los escombros.
A la mañana siguiente, pasaron unas monjas y se lo llevaron como mascota del convento.
Cuando despertó, lo primero que hizo fue mirar a su alrededor. Entonces el pajarraco al ver a las monjas gritó:
-¡Mujeres nuevas!¡Mujeres nuevas!¡Prrr!
Y al ver a los curas gritó
-Los mismos clientes! Los mismos clientes! Prrr!
Otra cosa que tenia el lorito era que, como venia de un puticlub, gritaba: ¡A culear! ¡A culear!
Y a las monjas no les gustaba que el lorito gritara eso cuando los viera en accion con los curas porque la superiora podria enterarse.
Entonces lo pusieron en una jaula donde había 3 cotorritas que rezaban todo el dia. Entonces el loro Pepito, cuando lo metieron en la jaula, gritó:
-¡a culear! ¡a culear!
Y entonces las cotorritas gritaron a coro: ¡Gracias Dios! ¡Has cumplido nuestras plegarias!

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